Ciudadana: Belén DM

La Ciudad de lxs ciudadanxs

A PROTEGER:

Es importantísimo que todo ciudadano y ciudadana tenga derecho a la libre expresión y a la denuncia del expolio que se está haciendo de los espacios y los servicios comunes en nuestras ciudades. Ahora mismo es más importante que un Ayuntamiento que está endeudado hasta las cejas empiece a privatizar, a vender edificios en vez de conseguir que todos esos servicios sociales que vienen prometiendo en sus campañas electorales y no lo están cumpliendo. Pero hay gente que se atreve, unos a título individual y otros como colectivo, como en asociaciones de vecinos, que salen a la calle, hacen manifestaciones, que quieren ocupar un espacio o un edificio que lleva abandonado un montón de años, y cuando actúan se les tacha de hippies, de antisistemas de anarquistas o punkies que nada tienen que ver con esa denuncia. Yo creo que es muy importante protegerles e invitar a todo el mundo a no tener miedo a decir lo que piensa.

A CONQUISTAR:

Lo que hicieron nuestras generaciones anteriores, padres y abuelos que vivieron un franquismo en el que no tenían libertad de voto y de elegir a sus gobernantes, pasamos  esa transición y estamos en una democracia parlamentaria, pero lo que tenemos que conquistar es este paso que nos falta. No podemos conformarnos con lo que ellos ya consiguieron que es ese derecho a votar. No podemos quedarnos en que la democracia delegativa consiste en votar cada cuatro años a tus gobernantes que a veces no sabes ni quienes son ni quienes se presentan en tu Ayuntamiento ni tu municipio. Esa Democracia Real, que vamos a llamar participativa, de intervención directa de los ciudadanos en la toma de decisiones es vital. El problema son las herramientas, que podrían ser desde una simple encuesta, unas jornadas de participación o algo un poco más complejo una asamblea de ciudadanos o vecinos de barrio que se reúnen con las administraciones para llegar a soluciones colectivas.  No me puedo imaginar que un Ayuntamiento sea capaz de poner soluciones a todos los problemas sin ni siquiera ser parte de ellos. No podemos pensar que yo he elegido a los del PSOE o a los del PP, o a quien sea y simplemente por una serie de movimientos de dinero, sin intentar dar la solución,  simplemente reunirse con ellos, conocer el problema, y qué mejor que sea el propio ciudadano el que participe de ello. El problema de este tipo de democracias directas es el tiempo que requiere, porque ya es bastante complicado coordinar nuestras agendas y tener tiempo para nuestro trabajo, nuestros hijos, nuestra casa, como para encontrarlo para esa asamblea o esa pequeña parte de participación en la toma de decisiones sobre cómo se construye una ciudad. Pero si nos acogiéramos a una escala más ampliada, y vieramos que el sistema en el que vivimos de producción- consumo, de trabajos esclavistas casi y empezamos a hacer un cambio a una escala mucho más grande y empezamos a reducir esas jornadas de trabajo, esa producción y ese consumo seguramente sacáramos ese tiempo necesario para conquistarlo.

A ABOLIR:

Aboliría cualquier tipo de construcción. España ha basado su economía en la construcción. Ha cometido un error muy grando generando esta burbuja inmobiliaria que nos ha estallado en la cara, y tenemos un sector completamente a transformar. Si hemos construído en 30 años lo que se tendría que haber diseñado en 150 años y se ha diseñado tan mal, yo prohibiría el listado de proyectos que no sean estrictamente necesarios. Ahora mismo existen 2.500.000 de viviendas vacías o están en stock ya sean paralizadas o porque no se venden, y creo que es muy  importante reconvertir este sector e ir a la rehabilitación, a la reconstrucción, a la reutilización.