Ciudadana Inés Tabar de Arquitectes pel Paisatge
Ciudadana: Inés Tabar Contexto: Arquitecta, de Arquitectes pel Paisatge A PROTEGER: El derecho del resto de especies distintas al ser humano a coexistir con nosotros y a que se respeten sus hábitats…sólo así conservaremos nuestros Paisajes y nuestra calidad de vida… el Paisaje es el reflejo de nuestra relación con el medio. En este sentido
Ciudadana: Inés Tabar
Contexto: Arquitecta, de Arquitectes pel Paisatge
A PROTEGER: El derecho del resto de especies distintas al ser humano a coexistir con nosotros y a que se respeten sus hábitats…sólo así conservaremos nuestros Paisajes y nuestra calidad de vida… el Paisaje es el reflejo de nuestra relación con el medio.
En este sentido es indispensable que se mantengan las restricciones actuales sobre el suelo protegido, y que se cumplan claro, e incluso que se amplíen y que algunas de ellas se apliquen también en suelos urbanos, por ejemplo que se permita la circulación de la fauna, que haya sitios por donde pueda hacerlo.
Es decir, justo lo contrario a lo que resultaría de la aprobación de leyes tan desafortunadas como por ejemplo la ley de viviendas rurales sostenibles de la Comunidad de Madrid, que pretende permitir la construcción de viviendas en suelo protegido y que es un ejemplo evidente de como se crea confusión al emplear expresiones, palabras… como sostenible, etc para algo que lejos de ser sostenible, supone una amenaza a la biodiversidad.
A CONQUISTAR: La gobernanza, pero una gobernanza del territorio efectiva y real.
Es cuestión de que los ciudadanos se impliquen… ojo, aunque esto suponga cambios en nuestro modo de vida… pero claro, que exista la capacidad real de participar en las decisiones que afectan significativamente al espacio público y a la modificación de nuestro paisaje. Y desde luego que no se coarte nunca el derecho de los ciudadanos a manifestarse y a expresar su opinión, siempre que sea de forma pacífica. Deberíamos apoyar a quienes promueven iniciativas que fomentan el pensamiento crítico, sólo por eso ya han hecho una gran labor. Incluso aunque simplemente sean acciones y actividades referidas a cuestiones puntuales, más allá de la acción concreta que a veces puede resultar anecdótica, este tipo de acciones son fundamentales para establecer lazos entre la población y el entorno en el que habita, así como entre las distintas personas, porque la relación causa-efecto es mucho más evidente en cuestiones próximas, que han de ser la base para sensibilizar y concienciar a los ciudadanos, y así, aumentar poco a poco la capacidad de respuesta y la participación en cuestiones cada vez de mayor envergadura.
A ERRADICAR: La consideración del espacio público urbano como complejo inmobiliario.
Es decir, a poder dividirlo en vuelo, rasante y subsuelo, para privatizar parte del mismo (normalmente el subsuelo es el que se suele privatizar). A pesar de que la ley estatal del suelo recoge esta figura expresamente, y en nuestro caso, me refiero a la comunidad valenciana, la legislación urbanística la desarrolla, considero preferible que se mantenga la titularidad pública del espacio público en toda su sección.
Puntualmente puede ser necesario que se establezca algún uso privado en suelo público, pero esto debe ser de forma excepcional e incluso en esos casos creo que es preferible que se empleen otras fórmulas que ya se han empleado hasta ahora, que no supongan la privatización definitiva y que no condicionen para siempre el uso del espacio público. Hay que reconocer que algunas actividades privadas aportan vida al espacio público, pero lo suyo es que éstas se sitúen alrededor del mismo, sin invadirlo en superficie, ni encima, ni debajo, para no entorpecer que se produzcan también otras actividades y formas de reunión espontáneas, gratuitas, aparte de para facilitar la presencia de vegetación en la ciudad (siempre será m’as difícil que haya vegetación si el subsuelo está construido, no es imposible, pero lo dificultará). Además en suelo consolidado si es necesario implantar un nuevo uso privado y no hay suelo privado disponible, se puede recurrir a la figura de la concesión (es como si la administración lo alquilara durante un tiempo pero luego podría recuperarlo). Y los nuevos sectores, pues simplemente que se ordenen de manera que donde se quiera ubicar un uso privado haya una parcela privada que lo permita, y el espacio público que lo dejen para su libre disfrute, como siempre ha sido.
Por cierto que otra cosa que yo limitaría es la superficie pavimentada de los espacios libres de la ciudad, por supuesto de los parques, que los dejen de tierra que para eso son parques, pero incluso de las plazas, que haya tierra, agua, vegetación…en la ciudad. Acabando como he empezado, que pensemos en otras especies que puedan habitar la ciudad aparte de nosotros.
Créditos: Fotografías de Javier Rodríguez e Inés Tabar