Ciudadano: Alberto Campo Baeza

Ciudadano: Alberto Campo Baeza Contexto: Arquitecto. Yo soy Alberto Campo Baeza, ya mayorcito y con una formación ortodoxa, pero  el ser ortodoxo no significa ser otras cosas. A las preguntas que se me hacen, para resolver tres cuestiones yo puedo responder con las tres respuestas que ya por escrito he dejado varias veces, y que

Ciudadano: Alberto Campo Baeza

Contexto: Arquitecto.

Yo soy Alberto Campo Baeza, ya mayorcito y con una formación ortodoxa, pero  el ser ortodoxo no significa ser otras cosas.

A las preguntas que se me hacen, para resolver tres cuestiones yo puedo responder con las tres respuestas que ya por escrito he dejado varias veces, y que han escandalizado a más de uno. A más de uno que no entiende nada. Porque si se escandalizan por decir que hay que socializar el suelo de una puñetera vez… por eso no se debería nadie escandalizar.

Esta crisis en la que estamos, no solo España, sino toda Europa y todo el mundo, al final proviene del egoísmo humano. Del profundo egoísmo humano, que hay que dejar a un lado y optar por la generosidad. La generosidad es una virtud que dá una satisfacción bastante mayor que la otra; entonces: socializar el suelo de una puñetera vez, que todos o gran parte de los problemas de esta crisis vienen de valorar algo que es de todos: “La buena tierra” como decía Pearl S Buck, una novelista maravillosa. La buena tierra  es de todos y es ridículo que se especule con ella.

Uno: socializar el suelo

A la segunda pregunta, respondía por escrito: cerrar las fábricas de coches.
Yo no tengo coche, pero no porque sea una postura radical, que claro que lo es, sino porque creo que hay unos servicios públicos maravillosos ( por lo menos en la ciudad en la que yo vivo, que es Madrid), independientemente de que esté regida por la rubia o que estuviera regida por un negro: tiene unos servicios públicos maravillosos. Será debidos a la suma de muchos esfuerzos de mucha gente, por supuesto. Tiene un metro que es maravilloso, tiene un cercanías que es perfecto.
Yo puedo ir de aquí de casa al aeropuerto en veinte minutos, cosa que no se puede hacer en ninguna ciudad. Puerta a puerta.
El caso: cerrar las fábricas de coches, ¡ya está bien!.
Igual que el suelo como objeto de especulación, que es una marranada, un coche ahora mismo es un estorbo. Cuando encuentras un contrato, como el portero de la casa de al lado, y lo primero que hace es estar orgulloso porque ha podido comprarse un coche. Un coche es un estorbo, no es una ayuda ahora mismo.
Un coche hace años, cuando había pocos coches, podía ser una ayuda. Ayuda para los demás, cuando los coches llevaban cinco, seis, siete personas. Ahora, cuando cada coche lleva sólo una persona, es una estupidez profunda.
> Cerrar las fábricas de coches. Ya sé que es una manera demagógica de decirlo, pero lo digo.

Y a la tercera pregunta que tu me haces, es vivir sobriamente, vivir frugalmente, que es estupendo.
Saber que un queso genérico comprado en Carrefour ( yo tengo un Carrefour aquí en la esquina), un Camembert genérico que cuesta 1,20€ sabe mucho más rico que el Camembert de al lado que es Caprice des dieux que cuesta 4,5 €.
Resumiendo:
Socializar el suelo, cerrar las fábricas de coches y vivir sobriamente.